Denise no estudió para ser DJ, pero gana hasta $500.000 por noche

Allá por el 2009, la bonaerense Denise Sáez llegó a Chile para trabajar como modelo. Tenía una vida social intensa, bien metida en la movida electrónica. En el cumpleaños de una amiga, alguien dijo que buscaban una DJ para la sala Onaciú: “Yo salía con un DJ, vi una oportunidad y le dije yo soy DJ . Le conté que recién estaba empezando; me respondió que en menos de una semana tenía que partir con un ciclo. Me devolví a la casa y le dije a mi pinche enséñame que empiezo a tocar y no sé nada ”.

La primera noche cometió errores, pero la salvó su playlist ecléctica.

“Después me empezaron a contactar y a recomendar. Fui evolucionando; no conocía mucho del medio, pero fui aprendiendo con el tiempo”, admite. En esa inocencia también se mandó patinazos. “Había un DJ que me daba malas recomendaciones: me hacía comprar cosas que no servían, como cedés: yo grabando como loca y al año se dejaron de usar”.

Reconoce que en Chile los contactos sirven. “Es el país del pituto. Yo no me puedo quejar porque me fue súper bien, pero en muchos eventos hay DJ que son amigos de los organizadores”.

-¿Sientes que había mala onda hacia ti ?

-En su momento, sí. Pasa de todo acá, la verdad son muy individualistas y de repente algo machistas. Hay muchos celos. Me llevo bien con la mayoría, pero hay algunos que hablan mal de mí: es de envidiosos, porque no quieren perder el trabajo y me ven como una amenaza.

-¿Es necesario hacer cursos para ser DJ?

-No, yo no hice y no creo que sea necesario. Hay un montón de maneras de aprender: de colegas, de cursos en internet. Pero ahora quiero ir a tocar a India y me están pidiendo un “diploma de DJ”.

-¿Y eso qué es?

-El diploma te puede apoyar para trámites, nada más. Pero es ridículo, es como que le pidas un diploma a un futbolista. En Miami estuve tocando por contactos y les gustó. No puedes hacerle una entrevista laboral a un DJ; debes mostrarte en la práctica y con gente que no sea tu amiga.

¿Cuánto ganan?

Denise es un caso especial: cobra de $200.000 a $500.000 por evento. Un DJ reconocido, con tornamesa y su equipo, recibe en promedio unos $120.000 por noche; si estás partiendo es probable que sean de $15.000 a $30.000. Con la experiencia y las recomendaciones va subiendo el pago.

La hiphopera

Elisa Espinoza, alias DJ LIZZ, creció en Concepción -“la capital chilena del rap”- y durante su adolescencia estuvo siempre metida en un ambiente melómano. Fue ahí donde aprendió a mixear, pero sólo cuando partió a estudiar a Inglaterra supo que ser mujer no era impedimento para seguir en esto.

El 2012, de vuelta en Chile, tocó en una fiesta: prendió y hoy es una pro; de hecho, ahora está tocando en Estados Unidos. Le gusta el hip hop y sus derivados; es bastante receptiva a las sugerencias del público, aunque no le gusta que le pidan “La bicicleta” de Shakira y Carlos Vives.

-¿Qué tantos conocimientos técnicos se necesitan para ser DJ?

-Creo que cualquiera podría aprender a usar las máquinas, es práctica. Lo complicado es saber cómo una canción puede ir con otra; hay que tener oído musical para saber de tempos y ritmos. También hay algunos DJ que mezclan muy bien, pero no ponen buenas canciones.

-¿Nunca te ha pesado no haber estudiado?

-Jamás. Creo que si hubiera estudiado para ser DJ todavía estaría estudiando, no me habría tirado a la piscina a tocar en fiestas. La pega del DJ es mostrarle a la gente música que le podría gustar, que empiecen a abrir su mundo a otras canciones.

Mucha práctica

Cuenta Andrea Ocampo, escritora y periodista del sitio musical “Noisey”, que mientras estaba radicada en México le tocó ir a un carrete después de un festival. Ahí solo había un parlante y un enchufe. Ella era la única que tenía música descargada en su Spotify y puso una lista de reggaeatón. La rompió.

“Cuando volví a Chile comencé a poner música en cumpleaños y tocatas de amigos, hasta que aparecieron las invitaciones a las fiestas. Sin querer ser una gorda aburrida, tomé la estética chola que conocí en México: ceja elevada, pintada, tatuada”. No habla de precios para tocar en fiestas, pero dice que ella “es cara”.

-¿Es necesario estudiar para ser DJ?

-Como todo en la vida, tienes dos opciones: ser autodidacta o ir a clases. Me encantaría tomar clases, pero por tiempo y precio no he tenido chance. Así que voy aprendiendo y practicando sola. En ese sentido, me considero una DJ aprendiz todavía. Sé harto de música porque escribo sobre música y ando todo el día bajando música nueva y antigua. Pero para ser DJ no basta con eso, hay que practicar ene y tener plata para comprarte los aparatos: no son imprescindibles, pero te validan como un profesional frente a la secta de DJ locales. Y también pareciera que te ayudan a mezclar mejor.

Defensa del estudio

Leonardo Herrmann, subgerente de comunicaciones de DJ School -la única academia oficial que enseña este arte en Chile- cree que estudiar es esencial. “Viene mucha gente autodidacta y encuentra otra dinámica. Se quedan un poco cortos con la info que traen: acá pueden vivir lo que significa hacer una canción y adquirir una base musical y creativa. Mucha gente viene a estudiar con una mirada muy superficial de lo que es ser DJ; cuando entran ven que tienen un mundo de posibilidades sonoras”.


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